El trasplante renal es un tratamiento destinado a enfermos que presentan insuficiencia renal crónica, y que consiste en implantar mediante una cirugía un riñón funcionante proveniente de un donante vivo o fallecido a fin de devolverle las funciones que ha perdido.
La diálisis peritoneal crónica ambulatoria es una técnica sustitutiva de la función renal para los casos de insuficiencia terminal. Puede ser utilizada como alternativa al trasplante renal y a la hemodiálisis.
La hemodiálisis es una de las técnicas que se pueden utilizar como sustitutivas de la función renal normal. Se considera falla renal (estadio 5 de la enfermedad renal crónica) a la falla global, irreversible de la función renal que pone en riesgo la vida y que no es controlable con tratamiento médico.